La línea de pensamiento es la siguiente: temporada de huracanes = hay que estar preparados = comprar artículos de emergencia como agua potable, alimentos no perecederos, baterías, generadores, entre otros. Lo que no siempre entra en esta ecuación es estar preparado para evitar las picadas de los mosquitos, que pueden transmitir los virus del Zika, chikungunya y dengue.
Históricamente, la población del mosquito Aedes aegypti, el vector de dichos virus, aumenta luego del paso de una tormenta, a su vez aumentando la probabilidad de contagio. En estos tiempos donde aún nos aqueja el covid-19, debemos evitar que enfermedades endémicas, como el virus del dengue, nos afecten.
La relación entre las tormentas y el contagio es simple. Los huracanes, al igual que cualquier tormenta fuerte, traen mucha lluvia y producen muchos escombros que provoca mayor acumulación de agua. Estas acumulaciones de agua en los recipientes que tenemos alrededor de nuestros hogares son el entorno idóneo para los criaderos de mosquitos, específicamente para el Aedes aegypti.
La acumulación de agua se da dondequiera pueda haber agua acumulada, especialmente tiestos, gomas de autos abandonadas, piscinas, cubos, zafacones sin tapa, desagües tapados, botellas o vasos destapados que estén en el exterior. El mosquito adulto hembra pone los huevos en las paredes de recipientes con agua y en cuestión de una semana, el mismo puede estar lleno de mosquitos. Debido a que las personas pasan más tiempo al aire libre para limpiar después de un huracán o una inundación, su probabilidad de ser picadas por mosquitos aumenta.
Igual de simple es prevenir el contagio. Todos tenemos un rol directo en reducir la propagación de los mosquitos dentro y alrededor de nuestros hogares. Algunas medidas sencillas que las personas pueden tomar son vaciar todo recipiente que tenga agua acumulada, cepillar las paredes de los recipientes para eliminar huevos de mosquitos, tapar cualquier recipiente en donde se pueda acumular agua, y botar o reciclar todo lo que no se usa y en donde se pueda acumular agua. Además, es sumamente importante la protección personal para evitar las picadas del mosquito.
Por ejemplo, uso de repelentes con ingredientes activos aprobados por la Agencia de Protección Ambiental; uso de ropa holgada, con mangas largas, de color claro, pantalones largos y zapatos cerrados; colocar mosquiteros en cunas, coches, camas y asientos protectores; e instalar screens en puertas y ventanas.
Y no caigamos en la falacia de que un periodo de tiempo seco o sequía elimina la amenaza. Los huevos del mosquito pueden sobrevivir muchos meses sin agua y cuando entran en contacto con esta se desarrollan las larvas. Por otro lado, cuando anuncian periodos secos o de sequía, se almacena agua, por lo cual hay que hacerlo de forma segura.
Se debe utilizar tela de screen o la tapa del recipiente para evitar la entrada del mosquito a estos y que continúe su ciclo de vida. Las prácticas de prevención se deben hacer siempre, no solo cuando hay mucha lluvia. Es un comportamiento que debemos incorporar como parte de nuestro diario vivir.
Sobre la Unidad de Control de Vectores de P.R.:
La Unidad de Control de Vectores de Puerto Rico es un programa del Fideicomiso para Ciencia, Tecnología e Investigación de Puerto Rico en colaboración con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y el Departamento de Salud de Puerto Rico. La Unidad fue establecida para reforzar las capacidades de la Isla para controlar el mosquito Aedes aegypti, vector del dengue, Zika y chikungunya. Su programa de Manejo Integrado de Vectores cuenta con tres iniciativas principales para lograr aspirar a un Puerto Rico libre de enfermedades trasmitidas por mosquitos. Los tres pilares son monitoreo y vigilancia, movilización comunitaria y control de vectores. Mediante la educación y el empoderamiento a los ciudadanos se logrará reducir dramática y sosteniblemente la población de mosquitos en todo Puerto Rico. Para más información: www.prvectorcontrol.org.
Sobre el Fideicomiso para Ciencia, Tecnología e Investigación de Puerto Rico:
El Fideicomiso para Ciencia, Tecnología e Investigación, según descrito en la Ley Pública 214, es una organización sin fines de lucro creada en el 2004 para impulsar la participación y creación de empleos de la Isla en la economía global del conocimiento al promover la inversión y el financiamiento de la investigación y el desarrollo de la ciencia y la tecnología. Al invertir en la investigación y la comercialización de la tecnología, el Fideicomiso sirve de catalizador para la creación de empleos y la retención de los residentes de la Isla altamente cualificados y a menudo bilingües. Es también responsable de la política pública de Puerto Rico para la ciencia, la tecnología, la investigación y el desarrollo. Para más información : www.prsciencetrust.org.