Debido a la resistencia a los insecticidas, ya no podemos confiar en los adulticidas tradicionales o comunes rociados desde los camiones como única opción para protegernos de enfermedades como el dengue, chikungunya y Zika.

Uso de insecticidas como estrategia para el manejo integrado de vectores

El manejo integrado de vectores (IVM, por sus siglas en inglés) se basa en metodologías ecológicas, económicas y sociales que buscan integrar prácticas efectivas para proteger la salud pública, el medio ambiente y mejorar la calidad de vida. Un IVM incluye estrategias de cambios culturales (educación y concientización pública), control físico o mecánico (ej., eliminación de criaderos de mosquitos, uso de trampas), control biológico (ej., depredadores naturales, bacterias como Wolbachia y Bacillus thringiensis israelensis), otros métodos no químicos (ej., liberación de machos estériles) y control químico (uso de insecticidas y/o algunos larvicidas).

Los plaguicidas son productos que se utilizan para matar plagas o modificar su comportamiento de manera beneficiosa (ej., repelentes). La mayoría de los plaguicidas son insecticidas que matan a los insectos. Los insecticidas que matan a los mosquitos suelen dividirse en larvicidas que matan a las larvas de mosquitos y adulticidas que matan a los mosquitos adultos. Estos insecticidas pueden ser utilizados en diferentes formas físicas como líquidos, aerosoles, polvos, gránulos, etc. Los insecticidas para mosquitos se pueden aplicar manualmente, con equipo manual (con o sin motor), con pulverizadores montados en camiones, y por avión. La Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) es la agencia que regula el uso seguro de pesticidas y Puerto Rico cumple con las regulaciones de la EPA. Entre los productos químicos más utilizados para el control de mosquitos, se encuentran los piretroides, los organofosforados, los carbamatos y los organoclorados.

Los adulticidas son la principal opción para detener o mitigar, de inmediato y a gran escala, un brote de enfermedades transmitidas por vectores. Estos se utilizan con el fin de prevenir nuevos casos humanos de enfermedades como Zika, dengue y chikungunya. Sin embargo, los adulticidas tienen problemas significativos. No llegan a lugares crípticos (lugares cerrados), no son duraderos en el medio ambiente y tenemos que utilizarlos con frecuencia. Si no se utilizan correctamente, pueden tener otros efectos negativos, especialmente en el medio ambiente. Sin embargo, uno de los problemas más serios que tenemos en Puerto Rico es que el uso constante de adulticidas ha creado resistencia a estos en nuestros mosquitos.

Los insecticidas suelen contener un ingrediente activo que mata a los mosquitos. La exposición repetida al mismo ingrediente activo, puede provocar que los mosquitos desarrollen mecanismos internos que le permitan sobrevivir al contacto con el producto químico. Con el tiempo, sobrevive una cantidad suficiente de la población de mosquitos como para que se produzca una reducción parcial o total de la eficacia de la sustancia química. La mejor manera de prevenir y manejar la resistencia a los insecticidas en las poblaciones de mosquitos es cambiando frecuentemente los métodos de control y probando la supervivencia de los mosquitos cuando se exponen a productos químicos comúnmente utilizados para el control de vectores. La resistencia a insecticidas es un problema que afecta principalmente a los adulticidas y no es común para los larvicidas.

Existen pruebas de laboratorio y de campo, en las que los mosquitos de diferentes lugares están expuestos al ingrediente activo o a las formulaciones de una sustancia química en particular.

La Unidad de Control de Vectores de Puerto Rico (la Unidad) ha establecido un sistema de vigilancia de la resistencia a los insecticidas en Aedes aegypti.

La Unidad utiliza el protocolo de prueba de botella desarrollado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. La prueba de botellas consiste en: botellas de vidrio con tapas, mosquitos hembras criados en laboratorio y un ingrediente activo diluido. Las pruebas en botellas se llevan a cabo en un ambiente de laboratorio controlado, donde se introducen mosquitos hembra en una botella, que está recubierta por dentro con una concentración específica del ingrediente activo. Para determinar la resistencia a los insecticidas, se establece una dosis diagnóstica del ingrediente activo y un tiempo de diagnóstico, en el que se espera que el 100% de los mosquitos expuestos mueran. Aquellos mosquitos que sobreviven a la dosis establecida y al tiempo de diagnóstico se consideran resistentes al ingrediente activo probado.

De acuerdo con los resultados preliminares de las pruebas realizadas con poblaciones de mosquitos en Puerto Rico, se ha encontrado una alta resistencia a los insecticidas para mosquitos adultos más comunes.

Debido a la resistencia a los insecticidas, ya no podemos confiar en los adulticidas tradicionales o comunes rociados desde los camiones municipales como única opción para protegernos de enfermedades como el dengue, chikungunya, Zika y otras. Tenemos que desarrollar un enfoque completamente diferente para controlar los mosquitos, uno que pueda proporcionar protección ahora y en el futuro.

Encontrar un reemplazo para los adulticidas que sea efectivo, asequible desde el punto de vista económico, seguro y respetuoso con el medio ambiente, los humanos y los animales no es fácil. Si lo fuera, ya lo habríamos hecho. Aun así, hay tecnologías importantes que han sido probadas en otras partes del mundo, incluyendo el territorio continental de los Estados Unidos, que podemos adoptar aquí en Puerto Rico. Describiremos estas técnicas en futuros boletines.

En febrero, visitamos 25 escuelas, ofrecimos 17 charlas educativas y 31 mesas educativas en 10 municipios.

 ¿Sabías que la Unidad ofrece presentaciones, capacitaciones y talleres educativos en escuelas y comunidades?
¡A donde nos inviten vamos! 787-523-5860

Sobre la Unidad de Control de Vectores de P.R.: 

La Unidad de Control de Vectores de Puerto Rico es un programa del Fideicomiso para Ciencia, Tecnología e Investigación de Puerto Rico en colaboración con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y el Departamento de Salud de Puerto Rico.  La Unidad fue establecida para reforzar las capacidades de la Isla para controlar el mosquito Aedes aegypti, vector del dengue, Zika y chikungunya.  Su programa de Manejo Integrado de Vectores cuenta con tres iniciativas principales para lograr aspirar a un Puerto Rico libre de enfermedades trasmitidas por mosquitos.  Los tres pilares son monitoreo y vigilancia, movilización comunitaria y control de vectores.  Mediante la educación y el empoderamiento a los ciudadanos se logrará reducir dramática y sosteniblemente la población de mosquitos en todo Puerto Rico.  Para más información: www.prvectorcontrol.org.   

Sobre el Fideicomiso para Ciencia, Tecnología e Investigación de Puerto Rico:

El Fideicomiso para Ciencia, Tecnología e Investigación, según descrito en la Ley Pública 214, es una organización sin fines de lucro creada en el 2004 para impulsar la participación y creación de empleos de la Isla en la economía global del conocimiento al promover la inversión y el financiamiento de la investigación y el desarrollo de la ciencia y la tecnología. Al invertir en la investigación y la comercialización de la tecnología, el Fideicomiso sirve de catalizador para la creación de empleos y la retención de los residentes de la Isla altamente cualificados y a menudo bilingües. Es también responsable de la política pública de Puerto Rico para la ciencia, la tecnología, la investigación y el desarrollo. Para más información : www.prsciencetrust.org.